¿Tiene una fuerte respuesta emocional -hasta el punto de la desesperación y el pánico- cuando recuerda acontecimientos y experiencias anteriores? O bien, ¿la idea de perder la memoria le deja absolutamente aterrado? Es posible que tenga mnemofobia o miedo a los recuerdos.
Si es la primera vez que oyes el término, sigue leyendo porque compartiremos algunos detalles interesantes sobre esta curiosa afección.
¿Qué es la mnemofobia?
La mnemofobia es el miedo a los recuerdos. Se trata de un miedo intenso, morboso e irracional a recordar recuerdos pasados o a olvidarlos.
En el primer caso, la afección puede ser desencadenada por un acontecimiento o experiencia negativa que puede tener un impacto duradero en el bienestar de la persona. Mírelo de esta manera. Las personas que han tenido una experiencia vital desafortunada -por ejemplo, un traumatismo pasado- probablemente querrán sellar los recuerdos de dicho acontecimiento. El olvido puede haber sido incluso una necesidad para continuar con sus vidas.
Sin embargo, incluso los recuerdos lejanos olvidados a propósito pueden volver a la superficie. Para las personas con mnemofobia, recordar el pasado es lo que más temen. En casos extremos, las personas que padecen esta enfermedad optan incluso por olvidar toda su infancia o por someterse a un «cambio de personalidad» en un esfuerzo por bloquear cualquier recuerdo desagradable.
Por otro lado, la mnemofobia también puede desarrollarse a partir de la ansiedad extrema de un individuo por olvidar recuerdos pasados. Por ejemplo, la preocupación por la pérdida de memoria, especialmente en el caso de una persona a la que se le ha diagnosticado demencia, enfermedad de Alzheimer y otros trastornos relacionados, puede convertirse en mnemofobia.
¿Qué hace la mnemofobia? La mnemofobia es, como puede imaginarse, una condición estresante. Los recuerdos, buenos o malos, son una parte importante de nuestra identidad. Tener un miedo morboso a los recuerdos puede pasar factura a la calidad de vida de una persona.
Síntomas comunes de la mnemofobia
Al igual que otras fobias, la mnemofobia puede convencer a la mente de que el peligro está presente. Este pensamiento puede provocar una serie de reacciones irracionales, que van de leves a graves.
Los síntomas físicos de la mnemofobia incluyen
- Sofocos
- Sobresalto
- Desmayos
- Amnesia forzada
- Pérdida de apetito
- Insomnio
- Náuseas
Los síntomas psicológicos de la mnemofobia incluyen
- Trastorno de ansiedad
- Ataque de pánico
- Hiperventilación (respiración rápida y profunda)
- Depresión
- Pensamientos suicidas
- Sudar profusamente
- Estar histérico
- Un episodio de psicosis (una «ruptura» de la realidad, por ejemplo, tener alucinaciones o delirios)
Cómo superar el miedo a los recuerdos
Las personas pueden controlar sus síntomas de mnemofobia. Algunas formas de autoayuda son
Hacer ejercicio
El ejercicio ayuda a liberar hormonas del bienestar. Por ello, se ha demostrado que la actividad física es eficaz para controlar la ansiedad. El ejercicio también ha demostrado ser beneficioso para el proceso de curación y el bienestar general de las personas con depresión.
Si sufres mnemofobia y estás en tratamiento, hacer muchos ejercicios te ayudará a superar las intensas sesiones de terapia.
Meditación
Esto puede ser complicado, ya que la meditación requiere un uso concentrado de la imaginación y la mente. El objetivo es aprender a concentrarse en recuerdos felices o visualizar experiencias positivas que te gustaría manifestar. La meditación enseña a tomar el control de la mente.
Yoga
El yoga también es una forma útil de desestresarse y recentrar la mente hacia lo positivo. Al igual que la meditación, el yoga puede ayudarte a tener la mentalidad adecuada. El yoga también puede ayudar a aumentar su energía mental y física.
No consuma cafeína
Evitar o eliminar totalmente la cafeína de su dieta hará maravillas para su salud y bienestar general. Se sabe que la cafeína estimula el sistema nervioso central del cuerpo. Por ello, la cafeína no es aconsejable para las personas que luchan contra el insomnio, la ansiedad, la presión arterial y otras afecciones relacionadas.
Tratamiento para el miedo a los recuerdos (mnemofobia)
Si los síntomas de la mnemofobia están interfiriendo en su vida diaria y en sus relaciones, consulte a su médico inmediatamente. Afortunadamente, hoy en día existen varios procedimientos para tratar la fobia al miedo a los recuerdos. Entre ellos se encuentran:
Terapia de respuesta a la exposición
Un enfoque común para tratar las fobias es exponer gradualmente a los pacientes al objeto de su miedo. En el caso de las personas con mnemofobia, los médicos animan a los pacientes a enfrentarse a su trauma infantil o al acontecimiento negativo que desencadenó la fobia. El médico facilitará sesiones para ir sacando a la luz los recuerdos «olvidados», incluso aquellos que son difíciles de recordar. El objetivo es llegar a la raíz del asunto y comprender qué es lo que impulsa el miedo.
Hipnosis
Este tratamiento médico alternativo intenta acceder a la mente subconsciente del paciente. El objetivo es comunicarse con el subconsciente del paciente para descubrir dolores, sentimientos y pensamientos ocultos. Sin embargo, durante la hipnosis, el terapeuta utiliza sugestiones y preguntas capciosas para guiar al paciente a recordar algo. Por lo tanto, este enfoque corre el riesgo de generar «falsos recuerdos» (debido a las sugestiones dadas durante la hipnosis). Por ello, la hipnosis como forma de psicoterapia ya no se utiliza habitualmente.
Medicación
En algunos casos, el médico puede recetar medicamentos para ayudar a controlar los síntomas de la mnemofobia desencadenados por la intervención médica. Dicha medicación no cura la fobia; sólo ayuda a los pacientes a sobrellevar sus síntomas mientras se someten a una terapia médica profesional.
Antes de la terapia
Cuando acuda a su terapia por primera vez, espere que su proveedor médico le haga muchas preguntas. Estas preguntas y sus respuestas ayudarán al proveedor médico a hacerse una idea precisa de su estado. Por eso es mejor que acuda a la cita preparado. Pero no sólo debes tomar nota de la información sobre tu enfermedad, sino también de las preguntas que tengas sobre el tratamiento.
Algunas cosas que debes anotar son
- Todos los síntomas que tiene y lo que cree que los ha desencadenado (es decir, lugar, cosa, situación).
- Información personal clave, especialmente los acontecimientos vitales importantes (pasados o recientes) que le causen estrés.
- Todos los medicamentos que toma.
- Todas las preguntas que pueda tener sobre el tratamiento.
Por otro lado, algunas de las preguntas que puede hacerle su médico son
- ¿Cuándo notó sus síntomas por primera vez?
- ¿Cuándo es probable que aparezcan sus síntomas?
- ¿Nota cosas que hacen que sus síntomas parezcan mejores o peores?
- ¿Cómo han afectado sus síntomas a su vida y a las personas que le rodean?
- ¿Está en tratamiento por alguna enfermedad?
- Cómo afrontar la mnemofobia
Lo crea o no, el miedo no es tan malo. De hecho, el miedo es una importante herramienta de supervivencia. Pero, como todos sabemos, un exceso de algo es malo, y la fobia es una reacción de miedo excesiva. Si no se controla, una fobia puede tener consecuencias devastadoras. Por eso es vital abordar los síntomas de la fobia a medida que aparecen.
Si está luchando contra la mnemofobia, sepa que no es su culpa. No trivialice ni menosprecie sus miedos. Y lo más importante, recuerde siempre que hay ayuda disponible. Si ha decidido buscar ayuda médica profesional, demuestre su compromiso con el tratamiento siguiendo las instrucciones de su médico.
Además, enfrentarse a los traumas del pasado puede ser difícil. Sin embargo, es un paso muy importante en tu viaje de curación. Si resuelves tu trauma mediante el tratamiento, podrás superar finalmente tu fobia. Mientras te expones cada vez más a tus miedos, ten en cuenta que tu familia, tus amigos y tu terapeuta te respaldan. Practica lo que has aprendido durante la terapia. Si sus síntomas empeoran, informe a su terapeuta de inmediato.
Por último, trabaje para crear recuerdos frescos y agradables que sustituyan a los rancios y desagradables. Acepta las nuevas experiencias. Aunque no puedes hacer nada con el pasado, el presente es tuyo para disfrutarlo.