Onicofagia: Tratamiento para dejar de morderse las uñas

¿Qué es la onicofagia?

La onicofagia es un hábito nervioso que consiste en morderse las uñas y que provoca su destrucción y, a veces, también, la destrucción de la piel que las rodea y de las cutículas.

Puede llegar a convertirse en un problema grave cuando, además de la destrucción de las unas, se produce sangrado y se provoca infecciones en los dedos.

Además las personas que se muerden las uñas  muchas veces sienten vergüenza de enseñar las manos, tienden a intentar no mostrarlas, mantienen los dedos doblados sobre la palma para ocultar las uñas y renunciar a hacer algunas actividades que conlleven mostrar abiertamente las manos.

onicofagia

¿Cuáles son las causas de la onicofagia?

Los factores capaces de desencadenar la onicofagia son en su mayoría de origen psicológico, a los que se pueden añadir también factores ambientales o biológicos.

Las causas principales incluyen:

  • Ansiedad y estrés: la onicofagia se manifiesta principalmente en períodos de gran estrés emocional o en la ansiedad como estrategia para reducir la tensión. Este comportamiento repetido a lo largo del tiempo es probable que resulte en un patrón de comportamiento fijo y repetitivo con el que el individuo da rienda suelta a sus frustraciones. La onicofagia suele manifestarse en los niños como respuesta a las expectativas excesivas a las que se ven sometidos, por miedo a perder la atención de sus padres o debido a períodos de gran estrés o tensión en la familia.
  • Daño a sí mismo: Varios investigadores se refieren a la onicofagia como un impulso agresivo dirigido hacia uno mismo, una estrategia para canalizar la ira y la frustración hacia uno mismo en lugar de hacia el exterior.
  • Emulación o aprendizaje social: los niños suelen aprender a morderse las uñas simplemente imitando los gestos de las personas (especialmente los adultos de referencia) que están a su lado, sin ninguna molestia psicológica.
  • Aburrimiento: el aburrimiento en sí mismo no es un factor determinante, pero para los que sufren de onicofagia puede ser extremadamente difícil controlar el impulso de morderse las uñas en los momentos de inactividad, es precisamente en esos momentos (frente al televisor o tumbados en el sofá) cuando se pone en práctica con mayor frecuencia ese comportamiento.

¿Cuáles son las consecuencias?

Morderse las uñas puede provocar sangrado y enrojecimiento del lecho ungueal, dolor en la parte afectada por estos fenómenos y provocar daños en la cutícula, la parte de la piel presente en la base y en los lados de la uña.

Cuando las cutículas se retiran de forma incorrecta, es más probable que éstas den lugar a procesos inflamatorios de tipo bacteriano o viral, y luego a onicomicosis, paroniquia y paternicitis, más conocidas como onicomicosis.

Este hábito siempre daña el cuerpo, de muchas maneras. En los casos más graves o muy graves de onicofagia, hay problemas con órganos y aparatos que no están conectados sólo con las uñas o los dedos de la mano.

La onicofagia también está relacionada con algunas enfermedades de los tejidos dentales y periodontales. Comerse las uñas puede provocar lesiones en las encías, desgaste de los incisivos, reabsorción de las raíces apicales y maloclusión de los dientes frontales, así como facilitar la propagación de infecciones en la boca y caries, ya que la sustancia adamantina se ve afectada.

Morderse las uñas también puede tener consecuencias negativas para el sistema digestivo: la ingestión repetida de residuos de las uñas puede causar malestar estomacal.

Por último, la persistencia de la perturbación también puede interferir con el crecimiento normal de las uñas y provocar graves deformaciones en los dedos.

¿Cómo dejas de morderte las uñas?

Reconocer las causas que desencadenan la onicofagia en adultos y niños es el primer paso para superar el trastorno. Las causas subyacentes de la onicofagia no siempre son psicológicas en muchos casos son el resultado de un mal hábito que se ha establecido con el tiempo.

Dado que muchas personas se refugian en este tipo de comportamiento en un intento de aliviar la ansiedad o el estrés, es posible tratar de sustituir el hábito de morderse las uñas por una actividad menos invasiva, como hacer girar los pulgares, mantener las manos en el bolsillo o dar golpecitos con los dedos. Otros remedios que se utilizan ampliamente en un intento de dejar de morderse las uñas son la aplicación tópica de cremas, ungüentos o esmaltes de uñas de sabor amargo para tratar de desalentar el comportamiento onicológico.

¿Cuáles son los tratamientos para la onicofagia?

Los tratamientos para la onicofagia varían según el grado y la gravedad del problema.

Las terapias locales, como la aplicación de remedios tópicos, la reconstrucción de uñas o una manicura frecuente, pueden tener una eficacia variable y, lamentablemente, a menudo sólo temporal.

Si el hábito de morderse las uñas no puede superarse con el uso de estas estrategias, es más apropiado hablar de compulsión, una condición que describe casos de onicofagia grave para la que es aconsejable buscar la ayuda de un psicólogo o psicoterapeuta profesional, que confirma el diagnóstico y profundiza en las razones del trastorno.

El tratamiento psicológico de la onicofagia se realiza en dos pasos:

  1. Análisis del problema: evaluamos el origen y mantenimiento del problema, determinamos la conciencia con la que se realiza el hábito y los pensamientos, emociones y sensaciones que lo acompañan así como las emociones o sensaciones que se evitan con la realización del hábito.
  2. Intervención psicológica: Dependiendo de las características de cada caso utilizaremos para su tratamiento una combinación de las siguientes técnicas:
  • Terapia de Aceptación y Compromiso.
  • Hipnosis.
  • EMDR.
  • Mindfulness o Práctica en Atención Plena.
  • Terapia Cognitivo Conductual.
  • Terapia de inversión de hábitos nerviosos.

Centro especializado en el tratamiento de la Onicofagia en  Zaragoza.

dario

Psicólogo especialista en todo tipo de fobias.